Nada mas llegar al restaurante Ca l’Esteve pudimos ver como traían las verduras fresca del huerto, ¡que gozada! Tienen huerto propio con ingredientes de primerísima calidad. Además de viñedos, elaboran su vino llamado…Tres Nadons 2009.
Andrés Chicón es muy amigo de Xesco Bueno, hace un buen relato del restaurante en su blog: Mis restaurantes para recordar y olvidar.
Elegí este rincón porque tiene su encanto, me pareció un lugar precioso lleno de hiedra que me apasiona.
La hiedra tiene muchas virtudes curativas, claro que hay que tener cuidado ya que puede ser mortal (Ver más información en botanical-online.com).
Según cuenta la leyenda…
«Hay una gran antipatía sobre el vino y la hiedra; porque si uno ha bebido mas de la cuenta, su cura consiste en beber un trago del mismo vino donde han hervido un puñado de hojas de hiedra previamente machacadas».
Esteve nos enseño esta carta de vinos muy divertida, además de mostrar los vinos y cavas, se pueden leer frases curiosas que él ha recopilado cuando ha estado con amigos, como ésta:
Lo grandioso, lo singular, lo diferente, es la proximidad sin que la cesta de la compra esté sometida al rigor de la normativa ecológica. Pau Arenós.
Yo pedí unos langostinos crujientes con albahaca como aperitivo mientras llegaba el primer plato, a lo que Esteve me aconsejó que no pidiera nada mas ya que había pedido de segundo un arroz con Bogavante y era contundente.
Increíble de sabor, un fumet muy potente, y con un final apoteósico. Lo había comido otra vez, y me pareció tan increíble de sabor, que me dije, lo tengo que probar otra vez y disfrutar de él.
Y es que, ese día que fuimos a cenar varios bloggers, yo me encontraba mal y no disfrute nada de ese gran arroz.
Miguel pidió unos calamares a la plancha.
Cuando pedí el vino le dije a Esteve…»Inspírate en mi».
No creo que le diera tiempo para estudiar mi personalidad, pero clavó el vino. ¿Sabrá que me apasiona cocinar con flores?
Me trajo un Juvé y Camps Gregal d’Espiells 2012, fresco, con un toque dulzón, y ligero sabor de fruta cítrica, toques florales, como jazmín y pétalos de rosas.
Cuando le dije que se inspirara en mí a la hora de traerme el vino, hubiera sido divertido que me hubiera traído este vino en el primer plato: Te la dedico. Un vino de las bodegas Vins del tros. Con aromas de frutas y flores blancas.
Unos refrescantes sorbetes para hacer bien la digestión.
Por un día me he olvidado que debo comer siempre verduras para adelgazar (risas).
El mío era de limón, soy una clásica empedernida (risas)
Unos cafés y unas almendras garrapiñadas cerraron esta maravillosa cena, en esta terraza de verano, un lugar ideal para las noches de verano.
Esteve desde que tenía 12 años llevaba el pan y el vino a las mesas. Pero su pasión era el vino y estudío para sumiller e hizo un master, sagaz y emprendedor, acepto la propuesta de ir a Cuba para impartir sus conocimiento en la escuela de Hostelería de la Habana.
Allí acabó fundando la primera asociación de sumilleres, trabajo que le reportó el reconocimiento del Gobierno cubano (el mismo Fidel Castro le impuso una medalla por su contribución docente).
El éxito de su aventura en el país caribeño le permitió dar el salto a otras zonas geográficas limítrofes (Costa Rica, Venezuela, República Dominicana). Durante diez años su vida se convirtió en un ir y venir compaginando su labor en el restaurante con su propia formación, las conferencias enológicas y los cursos en Latinoamérica.
Me siento un privilegiado por haber hecho este trabajo. De alguna manera, he sido embajador de los vinos catalanes en Latinoamérica y he contribuido a difundir la enología y la cultura gastronómica de Catalunya fuera de aquí, declara Esteve.
Algunas bodegas nacionales, además, han confiado en el savoir faire del sumiller para presentar sus productos en otros mercados como Shanghái, San Petersburgo, Moscú, São Paulo, Río de Janeiro, …
Podéis seguir leyendo en el Periódico gourmets que le hacen una entrevista a Esteve y cuenta, que estuvo una temporada en el Bulli con Agustí Peris y…
Ha sido una de las experiencias más divertidas, únicas y espectaculares de mi vida profesional, sobre todo porque me permitió pulir ciertos detalles a la hora de presentar el vino en la mesa y otorgarle los valores esenciales dentro del festival gastronómico.
“Mi lucha ha sido dignificar, revalorizar y reivindicar la figura del sumiller en el restaurante”,
Restaurante Ca l’Esteve
Me alegro que volvieras a saborear este maravilloso arroz de Bogavante del amigo Xesco que en su dia no pudistes valorar en su justa medida.
Ir a Ca l’Esteve es siempre un placer en todos los sentidos,porque tiene un magnifico local,su cocina,su vino, su hospitalidad, sus materias primas en su huerto.
Hasta el jueves
Bss